JOAQUÍN TRINCADO

Joaquín Trincado

Nacimiento: 19 de agosto de 1866, en Cintruénigo (España).

Muerte: de diciembre de 1935, en Buenos Aires (Argentina)

Nacionalidad: Español

En el movimiento espiri­tista hispanoamericano, el nombre de Joaquín Trinca­do es ampliamente conoci­do y respetado, tanto por su obra escrita como por el notable esfuerzo que re­alizó para divulgar los fun­damentos del Espiritismo y colocarlos en sintonía con el progreso moral y social de la humanidad.
Nació en Cintruénigo, pequeña población nava­rra, el 19 de agosto de 1866. Contrajo su primer matrimonio en España. Desde joven mostró incli­nación ideológica hacia las ideas liberales, republica­nas y socialistas. Emigró a la Argentina en 1903 en donde ejerció su profesión de técnico electricista y vivió alternativamente eta­pas de prosperidad y dificultades. En Buenos Aires se casa con la Sra. Merce­des Riglos, con quien pro­crea tres hijos.
En 1909, conoció el Es­piritismo en la Sociedad "Constancia", la más anti­gua de las instituciones espíritas argentinas, fun­dada en 1877. Al poco tiempo se mostró en desa­cuerdo con los criterios y orientaciones que allí im­peraban y se dispuso a or­denar sus propias ideas, escribir libros y fundar una nueva organización espiritista. Así surgió en 1911, la "Escuela Magnético es­piritual de la Comuna Uni­versal", a cuyo crecimiento y consolidación, se consagró en cuerpo y alma. Guiada por la recia y carismática personalidad de su fundador, la EMECÜ al­canzó notable repercusión en varios países de habla hispana, y sus aulas de estudios o Cátedras se or­ganizaron con un alto sen­tido de mística y disciplina. Demostrando una extra­ordinaria capacidad de tra­bajo, escribió numerosas obras, cuyos títulos más conocidos son: "Buscando a Dios", "El Magnetismo en su origen o Método Su­premo", "El Espiritismo en su Asiento", "Filosofía Austera Racional", "Conó­cete a ti Mismo", etc...
La doctrina expuesta por Trincado concuerda con la filosofía espiritista codificada por Allan Kardec en el siglo XIX, en sus postulados básicos: exis­tencia de Dios, preexisten­cia y supervivencia del es­píritu, reencarnación, co­municación de los espíri­tus y la pluralidad de mun­dos habitados; aun cuando existen algunas diferen­cias semánticas y concep­tuales entre ambas.
Trincado colocó un énfasis especial en deslin­dar al Espiritismo de cual­quier tendencia religiosa; en combatir las prácticas curanderiles, supersticio­sas y mercantilistas que, con demasiada frecuencia, se presentan en su nom­bre; y en otorgarle a la doctrina espírita un sentido progresista en favor de la justicia y la igualdad so­cial. Se manifestó siempre y en forma contundente en pro de un Espiritismo ra­cionalista y librepensador, enfrentado al dogmatismo y al clericalismo.
En las páginas de la re­vista "La Balanza" que fun­dó en 1933, y que circuló con una periodicidad quin­cenal, hizo pronunciamien­tos en torno de los asuntos más inquietantes de su tiempo, declarándose par­tidario de la independencia de Puerto Rico, apoyando la gesta patriótica de Au­gusto César Sandino en Nicaragua, abogando por la unión de los países his­pánicos, oponiéndose a las guerras locales e inter­nacionales, denunciando la voracidad capitalista y exigiendo satisfacción a las demandas básicas de los sectores humildes y preteridos de la sociedad. Atendiendo a sus ense­ñanzas que pregonan un igualitarismo económico, sin propiedad privada ni clases sociales, se funda­ron en Argentina, varias granjas comunales, dedi­cadas a la producción agropecuaria, las cuales disfrutaron de gran pros­peridad en sus manos ini­ciales.
Afectado en los pulmo­nes y el corazón, desen­carnó en su casa, en la ca­pital argentina, el ilustre pensador y consecuente luchador espiritista, el 6 de diciembre de 1935